Esos momentos íntimos en el baño

Cuando de maternidad de trata, hay algunos momentos que se convierten en verdaderos lujos, y unos de esos es en definitiva el momento de ir al baño. Esos momentos íntimos en el baño, que antes podían incluir un delicioso baño de espuma, una sesión de sexo con tu pareja, o simplemente, relajarte y leer un libro o una revista, ahora que eres madre, todo cambia, todo se relativiza, los tiempos se disminuyen y puede que aun realices algunas de estas actividades, pero ahora, ¿cuanto dura ese momento?...


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Recuerdo cuando era niña como mi madre esperaba a que todos estuviésemos dormidos o al menos metidos en nuestras camas para ella encerrarse "horas" en el baño. Siempre me pregunté que tanto hacía, incluso a veces esperaba despierta a que saliera y alguna vez me atreví a preguntarle "si estaba bien". Nunca entendía, hasta que ya fui mayor, porque le molestaba tanto que alguno tocara la puerta a la cual ella le había pasado el cerrojo,   y su ira se tornaba descontrolada si el que tocaba la puerta siempre con urgencia era mi padre. Esto último si lo entendía, mi padre, siempre, siempre se antojaba de ir al baño cuando mi madre lo ocupaba, pero no fue hasta que me convertí en mamá que comprendí el trasfondo del asunto.

Desde que soy madre, hace dos años, han sido contadas las ocasiones que he podido ir literalmente sola y en paz al baño, a veces aprovecho hacerlo los viernes por las mañanas cuando #MiniMoi está en la guarde y #PapáGenial está trabajando, y así repongo fuerzas para el fin de semana, pero no deja de ser un breve momento con prisas y mea culpas, porque "hay tanto que hacer", y dedicarte unos minutos no está mal, pero es un lujo que no te puedes permitir a diario, porque el tiempo es oro, y cuando eres madre, es uranio enriquecido.

Entonces, esos momentos íntimos en el baño, durante las mañanas o por las noches se convierten, en esos momentos en feliz compañía. Si es verano o cualquier período vacacional con tu peque, no te escaparás de estar bien acompañada, y mientras tratas de despertarte, o tratas de no dormirte en la taza del váter, o sencillamente mientras respiras porque aún te queda un trozo de día, entra en acción tu pequeño querubín a hacer de las suyas en ese antiguo rincón de relax y esparcimiento, y decide que es hora de re decorarlo.

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Hace poco una madre decidió subir a Instagram, una foto de su hijita redecorando el cuarto de baño mientra ella se ocupaba de sus necesidades fisiológicas. El aluvión de criticas no se hizo esperar, una de las cosas que mas indignaba a los expertos opinólogos era que en la foto se veían tampones y salva slips, y me pregunto, en una foto de un bebé que revuelve los cajones de un baño ¿que espera la gente ver?, no veréis ropa bien doblada, juguetes o chuches, vamos es un cuarto de baño, y el cuarto de baño de papá y mamá, en consecuencia ese será el tipo de cosas que habrá en sus cajones y por lo tanto un tesoro inigualable para nuestros peques que descubren el mundo.

Si la foto hubiese sido mía, pues seguro las cítricas hubiesen sido peor, porque anda que mi hijo no ha acabado con las cajas de tampones que no uso desde antes de parirle pero que aun estaban allí, los abrió uno a uno y descubrió el mecanismo "pearl" de los mismos, para él era un juego no entrañaba peligro porque yo estaba allí observándole y para mi, un minuto extra de relax. 

Su mas reciente idea es "hidratar" uno de los muebles del baño con las cremas que se consigue después de buscar y rebuscar, mira que las escondo, pero él es muy hábil. Ya dejó de ser divertido embadurnar de crema a mamá, ahora el mueble del baño parece necesitar hidratación, también talco, que es otro de sus favoritos.   A veces piensa que lavar sus zapatos en el bidé sería de ayuda para mamá, por eso cierro la llave de paso del agua caliente "por si acaso", y luego que está todo el piso mojado, pues con un "mamá ya" o "mami mira", pues me busca la fregona para que yo seque el piso, el cual probablemente había sido fregado en horas de la mañana por mi, su santo padre, o por la chica que viene a echarnos un cable, lo cual jode, duele mas.

Lo cierto es, que sea acabando rollos enteros de papel toilet, el cual reúno para tratar de reciclarlo en "algo" y no tirarle asi sin más, lavando sus zapatos en el bidé, hidratando muebles y hasta el piso, poniendo a prueba la efectividad de los tampones en las manos de los niños, o insistiendo en que mamá se ponga tres compresas a la vez a las cuales ya les ha quitado la protección del pegamento y se enfada si no lleno mis bragas con ellas al mejor estilo pañal, desde que soy mamá, esos momentos íntimos en el baño ya casi no existen, pero si tengo muchos momentos divertidos y de ver la creatividad de mi hijo en acción y el factor sorpresa al estilo, ¿qué inventará hoy? nunca falta. Con mi hijo nunca me aburro, y esta etapa pasará tan pronto, que mejor es disfrutarla, aunque después de cada visita al cuarto de baño que dure mas de dos minutos, dé por hecho que algo, tendré que limpiar.

La vero donna

Comentarios

  1. Pásate por mi blog, escribí el sábado un post parecido.
    Saludos.

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    Respuestas
    1. Gracias! me paso. He estado un poco desconectada del mundo 2.0, espero ponerme al día esta semana :)

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