Stay at home mom (mamá en casa)
Nunca imaginé que algún día me convertiría en una "stay at home mom" o dicho en español, en una mamá en casa. Estando en sexto grado de EGB, una profesora nos hizo realizar un ejercicio que consistía en ser abogados y defendidos para solventar ciertos roces que habían en el grupo.
En el ejercicio me tocó ser abogado, mis compañeras no lo veían porque siempre he sido un alma pacífica. Mi defendida era una chica muy simpática y presumida, lo que causaba tal vez un poco de envidia el resto de las compañeras, era un hervidero, estudiaba en un colegio de niñas. Se le acusaba de ser coqueta y caía mal porque balanceaba su cabeza para mover su larga y negra cabellera (teníamos entre 11 y 12 años, no se rían =) ). Pero este post no va de esa chica, sino de como influyó esta situación en mi vida.
En sexto de EGB no tenia nada claro que quería estudiar, sabia que me gustaban los ordenadores y aparentemente la informática, pero también quería ser odontólogo, mis profesores me recomendaban que estudiara medicina, porque tenia buenas calificaciones, sin embargo ese día y después de ver como había defendido limpiamente y con entereza a mi compañera, que todos reconocieron sus derechos y ganáramos "el juicio", mis compañeras sugerían que debía ser abogado, excepto una de ellas, que dijo, "No, yo a Vero siempre la he visto en su chalet, con su gran jardín y rodeada de sus tres hijos"... En aquel entonces esa no era mi idea, mis padres siempre nos habían inculcado lo importante de tener una profesión, e incluso las monjas citaron de urgencia a la madre de Teresa porque había dicho a la maestra que al finalizar el bachillerato ella solo quería casarse y esto no era normal, algo pasaba, según ellas, en ese hogar.
Hace unos cuantos meses cuando me reincorporé de la baja de maternidad y mi empresa me recibía con una carta de despido "pensando en mi bien y en el del bebé", admito que la angustia se apoderó de mí, en diez años de ejercicio profesional, nunca había estado en el paro, en todo ese tiempo si había dejado una empresa era por una decisión propia y mejora profesional, pero nunca a causa de un despido, sin embargo al tiempo de estar en casa y de que la búsqueda activa de empleo no surtiera efecto, me dí cuenta que tenia una gran suerte. Si bien la parte económica se vería afectada de manera importante, también es cierto que yo ganaba horas de compartir con mi bebé, verlo crecer, jugar, disfrutar, balbucear, su primera palabra, sus primeros dientes, ir con calma al pediatra, pasar ratos en el parque sin estrés, aplicar la técnica del baby-led weanning y ver los frutos de la misma, todo eso valía la pena.
Ser una mamá en casa, tiene sus beneficios, aunque terminas liándote en el hoyo negro que se llaman quehaceres hogareños, que la verdad, cuando se trabaja se lleva mejor organizado, estando en casa siempre encuentras algo mas que hacer, pero el premio es ver crecer a tus hijos y disfrutar de ellos.
Ojalá se implantaran verdaderas leyes de conciliación familiar y laboral, para que todos aquellos que hemos decidido lanzarnos a la aventura de ser padres podamos tener la dicha de disfrutar con nuestros peques sin tener que renunciar a la totalidad del salario o poner en riesgo nuestros puestos porque tenemos jornada reducida o como en mi caso por el bello hecho de haber sido madre.
Hacen falta cinco generaciones para formar a un ser humano de calidad, y este trabajo que han hecho nuestros ascendentes no se puede perder, y la escuela solo te da formación académica, así que, contribuiré a la sociedad siendo la mejor mamá que pueda y disfrutaré de mi tiempo como "stay at home mom".
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