Lo logramos juntos

Mama&nené me ha invitado a una fiesta de enlaces, donde la idea es escribir un post sobre alguna situación que los padres hayan superado con su bebé y poder decir ¡lo logramos juntos!. Muchas gracias por la invitación!

Mi bebé es aún pequeñito, estoy segura que nos quedan muchas cosas por superar, y considero que cada día que amanece y veo que abre sus ojitos después de estar un buen rato contemplándolo descansar ya para mi es un milagro y una etapa superada, pero si he de escoger nuestro mayor reto superado, ese es sin duda, el nacimiento de mi bebé.

Siempre digo que mi embarazo fue "de otro libro", me pasó de todo, no fue un embarazo tranquilo, vomité los 9 meses, incluso el día del parto, la lumbalgia comenzó en el cuarto mes, lo que me provocaba mareos intensos, tuve mas estrés en el trabajo que nunca que hasta tuve un sangrado en el quinto mes, poca o ninguna consideración de los que trabajaban conmigo, algunos incluso se preguntaban porque no me despedían a mi que" estaba embarazada y no aportaba nada" y por supuesto gracias a las leyes de conciliación españolas que realmente no protegen a los padres sino al empresario, pues viví amenazada de despido los 8 meses que duró mi embarazo.  En cuanto a comer, solo podía comer potitos y por las noches, porque durante el día solo ver u oler comida ya me hacía devolver, así que al principio bajé mucho de peso, lo que fue genial porque tenia sobrepeso al quedarme embarazada, una semana antes del parto pesaba lo mismo menos cinco kilos que antes de quedarme embarazada, pero el día del parto me llené de líquidos, sufrí preeclampsia, llegué a pesar 83 kilos, mido 1.60 ya os podréis imaginar.

Con este panorama y por la preeclamsia, deciden inducirme el parto, inicialmente me iban a mandar a casa pero tenia tensiones de 18/13 muchas veces, los doctores no me creían, en el hospital llegaba siempre con 15/10 y durante el séptimo mes, ya pasaba en urgencias día si y día no al menos 8 horas acostada del lado izquierdo para que se bajase sola la tensión, siempre me dieron de alta con 15/9, una tensión bastante elevada, aunque las embarazadas no necesariamente deban tenerla en 12/8 que es la tensión normal.



Muy asustada, llegué al día siguiente al hospital, allí me colocaron el inductor del parto, y a esperar, dolores de contracciones realmente terribles, hasta las 10 de la noche que se rompió la fuente, 3,5 cms de dilatación y al paritorio.  Y aquí comienzan 9 horas de trabajo en equipo entre mi bebé yo,  apoyada por mi esposo, que se portó a la altura pese que siempre creyó no poder estar presente en el parto.  Sentí todo el proceso, en parte hermoso, pero doloroso. 

Hermoso porque sientes como tu bebé va moviéndose para salir, sientes como empuja y su determinación para vivir, a las 3 am, ya no aguantaba las contracciones, me pusieron la epidural a las 4.30, me hizo efecto a las 5:00 am, duró solo 20 minutos, me quedé dormida, hasta que se desconectó, recuerdo el dolor en la pierna derecha y como un dolor de vientre muy agudo, la tensión 22/18 creía que me iba a morir y comencé a suplicarle a Dios que me ayudara, y si no estaba en sus planes que yo viviese que salvara a mi bebé.  

Fueron demasiadas horas de pujos, dolor, agudo, angustia de mi esposo y mía porque no terminaba de dilatar, porque la tensión no paraba de subir, pero en ese momento solo tienes una idea en la cabeza, que el bebé nazca, y aunque me aterrorizaba no poder seguir pujando, porque sentía que no podía mas, en un momento conecté con mi bebé, y le decía yo te ayudo bebé, pero lucha, se fuerte falta poco, ayuda a mamá, y cada vez que lo pensaba, sentía como mi niño empujaba con fuerzas, me daba valor y volvía a respirar para pujar, mientras mi esposo me cogía de la mano y me ayudaba a respirar. Creo que el puede escribir un post sobre esto, porque vaya que lo pasó mal.

La verdad que resulta higiénico el sistema de parto si estas acostada pero es antinatural, creo que si hubiese podido estar agachada y pujar desde esa posición, la gravedad hubiese facilitado un poco las cosas, a mi me tumbaron del lado derecho y así tuve que pujar de forma interrumpida durante tres horas.

Finalmente, con forcéps, aunque la doctora hizo lo posible para no hacerlo, pero ya el bebé le quedaba poco oxigeno, nacía prematuro,  y yo estaba muy cansada, tuvo que hacerlo, y en esos segundos que resumen 22 horas de parto, nació mi bebé y lloró, y lloré, y reí como loca, era tan feliz, estábamos allí vivos los dos. Cuando los pusieron sobre mi pecho levantó la cabeza, era tan pequeño y levantaba la cabeza para mirarme, no se quería coger al pecho, solo me miraba, esa mirada profunda y tierna que tiene mi bebé, esa que todavía me da después que le doy un beso, o cuando se despierta cada mañana. Allí en medio de esas miradas de te amo hijo, te amo mamá, puede decir, ¡lo logramos juntos!.



La vero donna

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