Cosas que sólo haces cuando eres madre

Hay cosas que haces desde siempre y cosas que sólo haces cuando eres madre. Por los hijos se hace cualquier cosa, y tal como lo gritaba a los cuatro vientos Belén Esteban, "yo por mis hijos ma-to", y esta vez no solo ha sido en sentido figurado.





Ya os lo podéis imaginar, mi lista como la de otras muchas madres de "yo nunca" es mas que extensa, pero hay cosas que realmente nunca pensé hacer, o al menos con tanta pericia como las hago desde que soy madre.

Hace unos días #MiniMoi jugaba tranquilamente en el salón de casa, cuando de repente comienza chillar, volteo rápidamente a ver que pasa y lo veo nervioso, "una araña mami, una araña"...¿una araña...? - me pregunté sorprendida-, en realidad no era un araña, pero si una asquerosa cucaracha, de esas tan grandes que como dice mi marido, son del tipo "cochecito a bateria".  Las cucarachas me dan tanto asco que de solo verlas inmediatamente comienza a picarme el cuerpo,  es mas, si entro en algún sitio donde haya alguna, inmeditamente me comenzará a picar la cara y estornudaré aun cuando no la esté viendo.

Pues nada, que tan pronto entendí que una desgraciada cucaracha había asustado a mi pequeñín, salté del sillón con mi #PetitPois en brazos y le causé una baja en el registro de cucarachas, con determinación y el respectivo "ya está mi amor, ya no está, tu ¿estás bien?, y a barrerla como si nada, y a seguir el día de juego, pensando a que hora iba a poder pasar la fregona con sanitol en el sitio de la muerte del bicho.

Cualquier madre valiente dirá, que tontería, pero lo he admitido, no les tengo miedo, pero si un asco profundo, y es aún peor el sonido que hacen cuando las pisas. Pero, todo sea por mis niños, si su madre no se empodera y sale en su defensa, ¿quién?...Ya mas adelante le enseñaré que es un bicho y ellos valientemente las eliminarán por ellos y por mi, eso espero, porque tengo aun muy fresco el recuerdo de mi padre subiéndose a las sillas cuando las cucarachas entraban a casa o mi hermano evadiendolas incapaz de pisarlas y era mi madre la valiente que salia a matarlas, incluso yo para no tener que ver el espectáculo de mi padre, o permitir que mi hermano las dejara escapar, ¡ja!, el sexo fuerte, si claro.

En fin, que madre es madre, y somos capaces de cualquier cosa por nuestros pequeños, porque nos duelen, porque los parimos, o porque llegaron en un precioso día de adopción y se instalaron en nuestro corazón, porque son nuestra vida y seremos capaces de hacer lo que nunca y protegerlos para que nada ni nadie les haga daño.


La vero donna

Comentarios

  1. jajaja, me imagino la escena de la cucaracha! Cómo nos sobreponemos a las más variadas situaciones al ser madres! besitos!

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    1. Ay Sonia que asco! Pero claro el niño ahi gritando y llorando y la idea que se escondiese en algún cajón y destruyera la ropa me superaba. Lo que una madre no puede no puede nadie!

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