A tu mujer se le ven las tetas!!!!!

Al inicio del verano fui con mi esposo e hijo a un bautizo, lo que nunca imaginé es que alguno de ellos llamara la atención de mi marido diciéndole: !a tu mujer se le ven las tetas!.

Con las prisas del bautizo, no tuve tiempo de comprar un vestido de lactancia adecuado, error que ya he cometido en otra ocasión que luego os contaré.  Requería algo elegante pero veraniego, así que nada me dirigí a unos grandes almacenes, con la mala suerte, si, mala suerte, de que habían comenzado las rebajas.

Tengo un problema grave, no puedo comprar en una tienda que este desordenada, tanta ropa amontonada por todos sitios y si encima voy con prisas peor.  No había nada casual, y lo que se podía decir elegante no era para un bautizo veraniego por la tarde, luego de buscar y buscar por todas las firmas del centro comercial, lidiar con el calor que hacía en los probadores,  apurarme mientras el papá distraía al bebé que quería la teta y lloraba, buscar la talla ideal, el modelo que no me gritara que aún no he perdido los kilos post parto, finalmente encontré uno que disimulaba mi barriguita y me compré un lindo vestido camisero con botones por delante, un lazo a la cintura y bolsillos en la falda súper amplia, iba elegante con unas sandalias de tacón alto a tono, me sentía femenina y arreglada, pero había un problema, no era un vestido de lactancia.



Llegó la hora de la comida, mi bebé come de todo, utilizamos la técnica del baby-led weanning desde los seis meses, y aún toma el pecho, así que después de picotear el menú infantil reclamó su teta, y surgió este post. 

Como no era un vestido de lactancia recurrí a la solución que hemos utilizado casi todas las madres lactantes, la doble camisa, así que una vez abierto el vestido, bajé la camiseta de tiritas y comencé a amamantar al niño, al otro lado de la mesa estaba mi esposo y de pie a su lado alguien se me queda viendo y le dice a mi esposo “a tu mujer se le ven las tetas!!!!”, what???????, mi esposo le respondió que no podía hacer nada porque estaba dando de comer al niño, ante la insistencia y miradas curiosas del resto de los presentes, 50% mujeres que alguna vez tambien amamantaron, me dice “Vero, que este dice que se te ven los pechos”, solo pude responder: “que quieres que haga,  el bebé tiene que comer”.

Lactancia en público
© rvas - Fotolia.com


Lo increíble de la situación no es la indiscreción, porque entiendo que al estar de pie, probablemente veía más que mi esposo, no lo sé, lo que me sorprende y asusta es que con todos los años de evolución que tenemos la gente siga viendo la lactancia como algo pecaminoso. Los hombres se inquietan ante el pecho desnudo de la mujer que amamanta, las mujeres se esconden para dar de mamar, o no amamantan en público sino que sacan un biberón a expensas de que el bebé llore desconsolado porque lo que quiere es la teta de la madre, madres que abandonan la mesa porque el bebé tiene hambre para no ser vistas dando el pecho por sus familiares.  Es triste ver tanta desinformación, vamos, que en la tele vemos tetas por doquier, en las playas y piscinas  se hacen topless y eso no incomoda a nadie, pero si se amamanta a un niño, se pretenden que te tapes y estés acalorada e incómoda, que te escondas, que vayas a una sala de lactancia que suele ser también cambiador y amamantes a tu bebé en medio del mal olor de los pañales sucios de todos los bebes que ya pasaron por allí.   

¿Qué nos pasa como sociedad?, ¿por qué tanto odio a los niños y repudio a la mujer?, juzgamos a los países árabes y a sus leyes que en occidente nunca entenderíamos, pero porqué primero no revisamos nuestro comportamiento como sociedad y vemos que es “natural” y que es forzado, inducido o antinatural.

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