Bautizo a mi bebé, ¿qué me pongo?

Y llega el día familiar más esperado, vienen los abuelos, tíos, padrinos, amigos, familiares y conocidos, muchos aún no conocen al bebé, por supuesto algunos no te han visto después de dar a luz, entonces llega la pregunta, bautizo a mi bebé, ¿qué me pongo?.

La pregunta parece común en el argot de las mujeres, aunque tengamos el armario lleno de estupendos modelitos, nuestro cuerpo, disposición, estado de ánimo, el clima, etc., hacen que sintamos que estamos desprovistas del atuendo adecuado, muchas veces la verdad es que es así, sobre todo cuando hemos dado a luz y nuestro cuerpo ha cambiado, tenemos aquel bello vestido de fiesta premamá que compramos para la boda de una gran amiga, pero en aquel entonces no habíamos añadido el extra que supone amamantar.

Bajo esta premisa comienza el periplo por tiendas y grandes almacenes, a veces nada nos gusta, es difícil ver cómo te queda, sobre todo si aún no disminuye la pancita, que es lo común si estamos bautizando a nuestro bebé en los primeros meses de nacido, o si has engordado un poquito, o por qué no, menos común pero sí que puede pasar, si después del parto has adelgazado un montón, si es así enhorabuena de pertenecer a ese selecto grupo de mujeres merecedoras del milagro de la recuperación postparto,   En todo caso la ropa puede que te quede grande o pequeña, muy holgada o muy ajustada, o simplemente quieres estrenar un lindo atuendo para la gran ocasión.

Ante esta situación comencé a observar a las chicas de los bautizos a los que he sido invitada y por supuesto mi propia experiencia que creo resume lo que he visto en otras mamás lactantes. Lo ideal es comprar un vestido de lactancia, por dos razones será más cómodo, fácil y rápido acceder a tu pecho en el caso que el bebé pida el pecho, y dos, los vestidos de lactancia están diseñados para que puedas amamantar sin dejar tus pechos totalmente al aire, esto aunque el cura lo entienda, tal vez no te sientas tan cómoda.

Por mi parte cometí el error de no prever esta situación, me enfoqué en comprar un lindo vestido que me hiciera ver estilizada, pero tenía cuello de ojal, total que mi bebé se fue enfureciendo cada vez más al verme imposibilitada de darle de mamar,  tuve que salir corriendo a casa para darle el pecho, gracias a Dios vivo cerquita de la iglesia, pero en la confusión, tengo fotos de grupo sin la madre ni el bebé, un bautizado que llora en la mitad de la ceremonia, y una madre que pasó la tarde subiendo a la habitación en varias ocasiones a amamantar, si hubiésemos ido a un restaurante no sé qué hubiese hecho. Mi bebé solo quería el pecho.

En vista de que otras amigas han pasado por lo mismo, pero en su caso con vestidos normales que parecían cómodos para amamantar, algunas de ellas terminaron amamantando en el baño del restaurante  quitándose el vestido cada vez que el pecho era requerido, te daré mi lista de tips para no pasar por lo mismo:

1.- Invierte en un bonito vestido de lactancia,  te sentirás cómoda y tendrás fácil acceso al pecho

2.- Si prefieres un vestido normal, entonces que se pueda desabotonar o que el cuello sea elástico para poder tirar de él hacia abajo, prueba a dar el pecho con el vestido antes de la ceremonia, te podrías llevar un disgusto

3.- Si lo tuyo es un conjunto de dos piezas de falda o pantalón, asegúrate o bien que la camisa sea de lactancia, o llevar debajo de tu blusa un sujetador de lactancia o una de esas camisetas con tiritas que están diseñadas para amamantar, también puedes recurrir al truco de la doble camiseta, pero después de mi experiencia que he narrado en este otro post, lo desaconsejo y también porque es una ocasión donde eres el centro de todas las miradas y serás requerida en varias ocasiones

4.- Puedes usar la opción del chal o el poncho de lactancia, estarás cómoda, cubierta, pero debes considerar los puntos anteriores

Finalmente ponte lo que te haga sentir cómoda además de bella, la madre del bautizado al igual que el bebé serán el centro de todas la mirada, lúcete y diviértete, no hay nada de malo en ser la estrella que más brilla por un día